El Concejo Municipal de Rafaela fue escenario de graves incidentes de agresión física y verbal el 15 de agosto de 2024, durante una sesión ordinaria en la que se discutía la actualización de los tributos municipales. La situación se descontroló cuando un grupo de sindicalistas, encabezados por el Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Rafaela, atacó al personal del Departamento Ejecutivo y a la Secretaria de Hacienda, en medio de un debate que ya era tenso.
A raíz de estos sucesos, el Secretario Privado de Intendencia y Comunicación, Iván Viotti, solicitó formalmente al Presidente del Concejo Municipal, Dr. Lisandro Mársico, el acceso a las grabaciones de las cámaras de seguridad del Concejo. El propósito es revisar lo ocurrido entre las 8:30 y las 12:30 horas del día en cuestión. Esta solicitud también fue respaldada por el coordinador general de intendencia, Franco Bertolín, quien pidió los registros fílmicos para aclarar los hechos.
La violencia desatada en la sala de sesiones fue desencadenada por el rechazo del Concejo al proyecto original propuesto por la oposición, que pretendía suspender por completo el aumento de los tributos municipales. En su lugar, se aprobó una alternativa presentada por el oficialismo, que prevé una suspensión temporal de los incrementos en septiembre y octubre, seguida de un aumento escalonado del 15% en noviembre y otro 15% en diciembre.
No obstante, la presencia de un gran número de sindicalistas en la sesión derivó en una escalada de tensión que culminó en agresiones físicas, verbales y actos de violencia de género. Estos comportamientos son inaceptables y contrarios a los valores de respeto y diálogo que la comunidad de Rafaela siempre ha defendido.
En su comunicación, Viotti y Bertolín destacaron la importancia de investigar estos hechos para asegurar que la justicia siga su curso. Subrayaron que la violencia en cualquiera de sus formas no tiene cabida en una sociedad democrática que valora el respeto y la equidad.
Este incidente debe ser un llamado de atención para que todos los actores involucrados, incluidos los líderes sindicales, recuerden su responsabilidad de actuar con integridad y respeto. El disenso es una parte fundamental de la democracia, pero debe expresarse dentro de los límites de la civilidad.
Las instituciones de Rafaela deben enviar un mensaje claro: no se tolerará la violencia en ninguna de sus formas. Es crucial que el Concejo Municipal continúe siendo un espacio donde el diálogo y la democracia prevalezcan, y que todos, especialmente los líderes y representantes, den ejemplo de civismo y respeto.