El encuentro, que se disputaba en el "Estadio Aureliense", transcurría sin inconvenientes hasta el minuto 20 del segundo tiempo. En una jugada, dos jugadores se enfrentaron físicamente, lo que llevó al árbitro a sancionarlos con una tarjeta amarilla. Después de recibir la amonestación, uno de los jugadores del equipo local aplaudió al árbitro en señal de desacuerdo, lo que fue considerado como una falta de respeto, resultando en una segunda tarjeta amarilla y su consecuente expulsión.
En ese instante, el jugador expulsado reaccionó de manera violenta, propinándole un golpe al árbitro que lo derribó. Ante esta situación, los oficiales presentes en el estadio cerraron los portones para evitar que los hinchas ingresaran al campo de juego. El árbitro, que quedó tendido en el suelo, fue socorrido por los jugadores de ambos equipos y el primer asistente.
La situación se estabilizó y se solicitó la intervención de un paramédico para atender al árbitro. Dada la gravedad del incidente, se suspendió el partido de reserva, y posteriormente se decidió la suspensión del encuentro de la Primera División.
El personal policial consultó a los miembros de la terna arbitral si deseaban presentar una denuncia contra el jugador agresor, a lo que inicialmente respondieron que lo gestionarían a través de la Liga. No obstante, más tarde, los árbitros se dirigieron a la Comisaría Seccional Primera para formalizar la denuncia. El árbitro agredido, Facundo Garetto, presentó cargos penales contra el jugador que lo agredió.
El fiscal de turno, Dr. Puig, fue notificado de lo sucedido y ordenó la redacción de un informe detallado del incidente para ser enviado a la fiscalía, además de solicitar que el árbitro fuera examinado por un médico policial. El Dr. Germán Fourcade, médico policial, determinó que Garetto presentaba lesiones cortantes leves y recomendó su atención en un hospital.
En el Hospital Jaime Ferré, el médico diagnosticó al árbitro con un traumatismo nasal. La Liga Rafaelina de Fútbol tomará las medidas disciplinarias pertinentes tras la evaluación de los informes de los oficiales y la denuncia presentada.