Uno de los incidentes ocurrió en un local comercial, donde desconocidos ingresaron durante la madrugada tras romper un vidrio y sustrajeron una importante suma de dinero. La propietaria del negocio fue notificada por el sistema de alarmas, pero el hecho ya se había consumado cuando llegó al lugar.
En otro episodio, una bicicleta fue sustraída del interior de una facultad. La víctima la había dejado sin medidas de seguridad en un sector del establecimiento y, al regresar horas después, se encontró con la ausencia del rodado.
También se registró el arrebato de un teléfono celular en la vía pública. Una persona que salió de un comercio fue sorprendida por un delincuente que circulaba en bicicleta y, en cuestión de segundos, le arrebató el dispositivo de las manos para luego darse cuenta a la fuga.
Otro de los hechos ocurrió en una vivienda donde, tras saltar un tapial, desconocidos se llevaron una bicicleta que estaba asegurada con candado en el patio delantero.
Las autoridades locales han reforzado los patrullajes en distintos sectores de la ciudad y solicitan a los vecinos extremar medidas de precaución, además de denunciar cualquier situación sospechosa que pueda aportar información para esclarecer estos hechos.
Desde el municipio destacaron la importancia de seguir fortaleciendo el sistema de videovigilancia y los operativos preventivos, mientras la comunidad reclama acciones concretas para frenar esta ola de inseguridad.
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